¿Cómo evitar las lesiones en nuestros pies, generadas por fricción ?

Habiendo diferenciado las lesiones producidas por fricción, de aquellas producidas por presión, podemos concentrarnos en aquellos nuevos materiales que nos permiten evitar las lesiones por fricción.

Si somos deportistas aficionados o con mayor razón, si somos deportistas profesionales es muy común que nos enfrentemos a diferentes tipos de herida, las cuáles pueden ser producidas por  nuestros calzados, medias, plantillas o algún otro accesorio.

Mientras que si somos usuarios de elementos externos más complejos, como pueden ser una rodillera metálica o un inmovilizador de rodilla, es factible que también nos hayamos encontrado con alguna herida producida por alguno de estos dispositivos externos. 

Por otro lado, si tenemos una patología de base como diabetes, es usual ver heridas o lastimaduras en el pie (Pie diabético) producidas por calzados, plantillas y ortesis, que se ven potenciadas por la fisiopatología de la mencionada enfermedad.

De cualquier manera, si estuviéramos en alguna de estas tres categorías mencionadas, los mecanismos de producción de estas heridas serían similares considerando la biomecánica de la lesión.

De manera tal, que las fuerzas de corte/cizallamiento, o las fuerzas de  fricción, son las responsables de la aparición de este tipo de lesiones que nos llevan a perder días de actividad si somos deportistas o a correr riesgos mayores si tenemos diabetes.

Las fuerzas de cizallamiento o corte, son aquellas fuerzas que tienden a cortar de manera tangencial una superficie. Es como si nuestra piel se “estirar de arriba hacia abajo” como consecuencia de una fuerza paralela a la superficie de nuestra piel, generando una tensión en la misma.

Las fuerzas de fricción,  son aquellas fuerzas que se generan entre dos superficies de porosidad diferente, cuando las mismas rozan con algún tipo de frecuencia, generan la pérdida de material en ambas superficies.

El tipo de herida producida generalmente por este tipo de fuerzas es la que clasificamos como del tipo abrasivo.

¿Qué hacemos? ¿Cómo lo evitamos?

Ahora, qué podemos hacer para reducir la aparición de este tipo de heridas abrasivas?

La respuesta es obvia, reduciendo las fuerzas de corte y las fuerzas de fricción.

A renglón seguido deberíamos preguntarnos: ¿cómo podemos reducir estas fuerzas?

La clave la vamos a encontrar en un número que mide el rozamiento entre dos materiales, llamado coeficiente de rozamiento. Esta no es una propiedad de un solo material, sino como lo mencionamos inicialmente, es una propiedad dada como la fuerza de resistencia entre dos superficies dadas que están en contacto, mientras que una se opone al movimiento de la otra.

A esta altura debemos destacar, que  el teflón® (PTFE) es uno de los materiales que aplicado a otro genera uno de los coeficientes más bajos de fricción del tipo seca.

Por esta razón, podríamos suponer que la aplicación de una delgada capa de PTFE (Politetraflouroetileno o Teflón®) podría reducir las fuerzas de fricción y corte entre dos superficies dadas.

Planchas de PTFE

Por esta razón una empresa dedicada a la fabricación de insumos para ortesis y prótesis desarrolló este producto que es una delgada placa de PTFE o teflón autoadhesivo, que puede ser adherida a un calzado, un soporte plantar o cualquier ortesis/prótesis, para proteger a la piel del usuario contra los daños de la fricción o contra los traumas producidos por las fuerzas de corte.

La presentación de este producto es en planchas de 20×30 en color azul o blanco.

La aplicación de esta delgada capa de PTFE sobre el el dispositivo que produce la lesión hará que la piel se deslice o resbale sin generar una herida abrasiva. Para esto es necesario aplicar esta plancha de PTFE ante los menores signos de trauma o abrasión.

Esta plancha autoadhesiva puede durar semanas sin necesitar ser reemplazada.
¡Este un avance más de la aplicación de tecnología, a la biomecánica humana!